Antecedentes
Un origen marcado por la investigación:
Trabajo social se formaliza como profesión en América Latina en el contexto de crisis económica, política y social que tuvo lugar a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. En el caso de Chile, esta crisis fue generada particularmente por el cierre de las salitreras, la caída en las ventas de cobre y carbón y el significativo aumento del desempleo (ILLANES, 2007). En 1925 nace la primera escuela de trabajo social bajo el nombre Escuela de Servicio Social de Beneficencia. Su creación marca el hito fundacional de una profesión que se propuso, desde sus orígenes, formar profesionales capaces de diseñar y ejecutar políticas sociales dirigidas intervenir las situaciones de miseria, insalubridad y desprotección.
En este afán, las nociones de ciencia, conocimiento y transformación cobran un carácter fundamental durante la formación y desarrollo de la profesión en Chile y en el mundo. La formación impartida en las primeras escuelas de trabajo social chilenas estuvo fuertemente influenciada por la impronta científica de la academia europea y angloamericana, particularmente por escuelas de trabajo social belgas, alemanas, francesas y estadounidenses (SARACOSTTI et al., 2012; MUÑOZ, 2015 y RUBILAR, 2015).) Si bien hubo diferencias en los enfoques adoptados por las escuelas de trabajo social creadas en el transcurso del siglo XX, todas compartían “el espíritu modernizador del estado asistencial y procuraban desarrollar una intervención científica de la miseria y los problemas sociales que afectaban a la sociedad” (GONZÁLEZ, 2010: 27).
En esta línea, trabajo social adopta como uno de sus propósitos la producción de conocimiento empírico acerca de la realidad popular chilena, de manera de incorporar las necesidades de los sectores marginados a un sistema de asistencia profesionalmente organizada, sugiriendo lineamientos de intervención (RUBILAR, 2013) y resignificando con ello sus propias formas conceptuales (MATUS, 2008). Se genera así una nueva ciencia la asistencia que combina métodos y lenguaje del modelo biomédico con la sociología, las humanidades y las emergentes ciencias sociales, lo que permite la creación y elaboración de elementos teóricos y conceptuales capaces de sustentar esta disciplina en gestación.
La inquietud investigativa y el acto de investigar en trabajo social puede ser observado a través de la publicación de revistas y tesis de grado (MATUS, AYLWIN Y FORTTES, 2004) en la realización de seminarios, congresos y grupos de estudio que se propusieron analizar críticamente la realidad social para realizar planificaciones racionales y estratégicas (ILLANES, 2006).
Este es el espíritu que convoca a la conformación de esta Red, en tanto espacio generador de visiones y perspectiva en torno al quehacer investigativo y encuentro entre investigadores, que incluyen entre otras acciones la posibilidad de identificar iniciativas colectivas de investigación y líneas de desarrollo comunes.
Líneas de Investigación
Las investigaciones desarrolladas por los trabajadores sociales son diversas en temáticas y enfoques. Entre las líneas de investigación desarrolladas se encuentran:
- Debates meta disciplinarios y enfoques teóricos en trabajo social
- Educación y formación en trabajo social a nivel de pre y postgrado
- Política públicas y políticas sociales
- Perspectivas y debates que involucran a sujetos sociales y colectivos en contextos de desigualdades, transformaciones contemporáneas y reconocimiento de derechos.
Situación Actual
A nivel de las políticas de investigación se observa que, en estas últimas tres décadas, el financiamiento público para investigación ha aumentado significativamente en Chile. Este incremento también ha ido acompañado de un mayor aporte de los organismos privados que patrocinan investigación científica.
Este marco de políticas ha impulsado la generación de una agenda de investigaciones en trabajo social, enriqueciendo así el desarrollo disciplinar. Así lo connotan SARACOSTTI et al (2014) al afirmar que desde el año 2000 se han aprobado cerca de una veintena de proyectos con financiamiento público de I+D (Investigación y Desarrollo) e I+D+I (Investigación, Desarrollo e Innovación) liderados por trabajadores sociales, lo que constituye un salto significativo con respecto a las década anteriores donde la mayor parte de la investigación desarrollada por los trabajadores sociales era financiada con fondos internos de las universidades y/o con aportes de la cooperación internacional.
Los resultados de los últimos 30 años son elocuentes. Entre 1986 y 2004, 9 proyectos de investigación FONDECYT Regular eran liderados por Trabajadores Sociales. En los siguientes años (2005 a 2022) hay presencia todos los años de proyectos liderados por Trabajadores Sociales. A las investigaciones Regulares se suman una treintena de proyectos adjudicados en el concurso FONDECYT Iniciación en los últimos 15 años y 10 proyectos FONDEF IDeA que cuentan con equipos liderados por trabajadores sociales en la última década.
Al momento de conformación de esta red se registraron 90 trabajadores sociales que cuentan con grado de doctor en diversas áreas y disciplinas. La mayor parte de ellos obtuvo sus doctorados en disciplinas afines como: educación, sociología, ciencias humanas y sociales. Quienes se han doctorado en Trabajo Social representan un 13% del total, y han cursado sus programas preferentemente en programas doctorales de Brasil, Argentina, Estados Unidos e Inglaterra.
Hoy el catastro se ha ampliado a 150 doctores y a otros 50 profesionales se encuentran finalizando sus estudios de doctorado (FONDECYT N°11130401 y N°1190257).